La espasticidad puede estar asociada a otros déficits, que pueden agravar aún más la función del miembro afectado, como los movimientos anormales (atetosis, corea), dificultades de la marcha y problemas de equilibrio. Algunos pacientes requieren de bastones, deambuladores o silla de ruedas, lo que limita también la función de las extremidades superiores.
Otros problemas que pueden coexistir con la espasticidad son la dificultad para hablar (atetosisMovimientos incontrolados, lentos y sinuosos, de contorsión (similar a los movimientos de un reptil) que compromete los miembros, el tronco y en ocasiones la cara. Estos movimientos pueden ser casi permanentes, presentándose incluso durante el sueño., coreaMovimientos bruscos e irregulares de corta duración que comprometen todo o parte del cuerpo.), déficit de audición, problemas cognitivos, epilepsia, inestabilidad emocional, etc. Estos deben ser considerados al momento de tomar decisiones terapéuticas.